Los lugares en los que se detuvo, torturó, interrogó, asesinó e hizo desaparecer personas durante la última dictadura chilena es el asunto de este libro. Ellos fueron y son una realidad tan enorme como ignorada. Hubo cientos, tal vez miles, repartidos por todo el país. Muchos ya han sido reconocidos, otros permanecen sin ser descubiertos. Este libro se propone ingresar a la realidad de los centros de detención y tortura a través la narración que hacen las víctimas han pasado por ellos. En la medida en que dan forma a un relato de la tragedia de la prisión política, los testimonios de estas personas levantan una representación de los lugares donde esto ocurrió. Dicha representación es la de lugares esencialmente ambiguos, contradictorios: lugares “ontológicamente paradojales” en tanto que vacilan entre el ser y el no ser. Son, se dirá, “lugares espectrales”, en el sentido de que comparten naturaleza con lo fantasmal.
Los lugares en los que se detuvo, torturó, interrogó, asesinó e hizo desaparecer personas durante la última dictadura chilena es el asunto de este libro. Ellos fueron y son una realidad tan enorme como ignorada. Hubo cientos, tal vez miles, repartidos por todo el país. Muchos ya han sido reconocidos, otros permanecen sin ser descubiertos. Este libro se propone ingresar a la realidad de los centros de detención y tortura a través la narración que hacen las víctimas han pasado por ellos. En la medida en que dan forma a un relato de la tragedia de la prisión política, los testimonios de estas personas levantan una representación de los lugares donde esto ocurrió. Dicha representación es la de lugares esencialmente ambiguos, contradictorios: lugares “ontológicamente paradojales” en tanto que vacilan entre el ser y el no ser. Son, se dirá, “lugares espectrales”, en el sentido de que comparten naturaleza con lo fantasmal.